La crianza es una de esas cosas que te dicen que será maravillosa, pero rara vez te cuentan sobre los días en los que solo querés correr a encerrarte en el baño para tener cinco minutos de paz.
Si alguna vez te sentiste así, te tenemos una noticia: ¡no estás sola o solo! Ser padres es un desafío constante, y aunque quisiéramos ser perfectos, la realidad es que todos cometemos errores. Pero, ¿sabés qué? Eso está bien. Este artículo es una celebración de esos “fails” cotidianos de los padres. También es una invitación a relajarnos, reírnos de nosotros mismos y aceptar nuestras limitaciones. Además, te vamos a mostrar cómo Agú te puede dar una mano en esos momentos en los que todo parece demasiado.
Ser padres: Un trabajo con horas extras
Si alguna vez intentaste preparar un almuerzo saludable mientras tu hijo está corriendo por toda la cocina como si fuera un maratonista olímpico, entonces ya sabés lo que es ser multitasking a un nivel extremo. Ser padre o madre es eso: intentar hacer mil cosas a la vez y, muchas veces, fallar en al menos una (o todas). Como cuando estás tan concentrado en cortar frutas para el almuerzo que te olvidás que ya le diste a tu hijo su cuarta galletita del día porque te la pidió con esa carita de “yo no fui”.
Seamos honestos, nadie nace sabiendo ser el “padre perfecto”. A veces te olvidás de la lonchera cuando vas a dejarlo a algún lugar. Otras veces no sabés qué responder cuando tu hijo te pregunta por qué el cielo es azul (¡o por qué la abuela ya no está!). Pero eso es parte del proceso, y si aprendemos a relajarnos y a no tomarnos todo tan en serio, vamos a disfrutar mucho más de esta travesía.
Fallar está bien: ¿Quién dijo que ser padre es sencillo?
Uno de los grandes mitos de la crianza es que tenés que tener todo bajo control en todo momento. Pero la realidad es que el control es una ilusión. ¿Cuántas veces planeaste una salida tranquila al parque y terminaste corriendo detrás de tu hijo lleno de barro? O pensaste que ibas a tener una noche de sueño perfecto solo para que tu pequeño decida que las 3 de la mañana es el momento ideal para hacer una fiesta en la cuna.
Esos momentos de “fail” son inevitables, pero la clave está en cómo los manejás. Reírte de vos mismo y entender que no sos el único es fundamental para sobrevivir a la crianza sin perder la cordura. Al final del día, lo que importa no es ser perfecto, sino ser presente. Porque, aunque tu hijo se ría cuando te caes sobre los bloques de construcción, lo que va a recordar es que estuviste ahí con él y no tus limitaciones en la crianza.
Estrategias para sobrevivir a tus propias expectativas
La crianza no tiene manual, pero sí hay algunos trucos que pueden ayudarte a manejar esos momentos en los que sentís que el caos te está ganando.
1. Aceptá que no podés hacer todo bien: Hay días en los que las cosas simplemente no salen como las planeaste, y eso está bien. Si una comida no es perfecta o tu hijo se fue a la cama sin bañarse una noche, no te preocupés. No va a recordarlo cuando sea mayor.
2. Pedí ayuda: Si sentís que las cosas se salen de control, no está mal pedir ayuda. Ya sea a tu pareja, a un amigo o a un familiar, delegar algunas responsabilidades puede hacer una gran diferencia.
3. Utilizá herramientas que te hagan la vida más fácil: Acá es donde Agú entra en juego. Los colados Agú son una opción saludable y práctica cuando no tenés tiempo de preparar comidas elaboradas. Son 100% frutas naturales, sin preservantes ni colorantes, lo que significa que le estás dando a tu hijo un alimento nutritivo, pero sin la complicación de cocinar desde cero. Con sabores como manzana, pera, banano y frutas tropicales, tenés variedad y seguridad en cada bocado.
Reíte de tus propios errores: Este es el mejor consejo al hablar de limitaciones en la crianza. Si alguna vez te olvidaste de llevar la ropa de cambio para tu hijo al kínder y terminó usando el uniforme de repuesto de la institución, no te sintás mal. ¡A todos nos pasa!
Cómo Agú te ayuda a ser un padre imperfecto… ¡Y orgulloso de serlo!
En Agú entendemos que ser padre no es fácil, sabemos que hay padres con limitaciones en la crianza. Por eso, nuestros productos están diseñados pensando en vos y en tus hijos. Los colados Agú son prácticos, saludables y hechos a base de 100% frutas naturales. Además, con diez deliciosos sabores como manzana, pera y melocotón, le das a tu hijo una alimentación equilibrada, con bajo contenido de azúcar y sin ingredientes artificiales. Así que, cuando te sentís abrumado y no sabés qué darle de comer, podés contar con Agú para simplificar tu vida y garantizar que tu hijo reciba una buena nutrición.
Porque, seamos honestos, hay días en los que simplemente no podés hacerlo todo. Entre el trabajo, las tareas del hogar y el cuidado de los hijos, es fácil sentirse abrumado. En esos momentos, contar con soluciones prácticas como los colados Agú te ayuda a reducir el estrés y a dedicar más tiempo a lo que realmente importa: disfrutar con tu hijo.
Abrazá tu imperfección
Ser padres imperfectos es parte de la vida, y lo mejor que podés hacer es aceptarlo. Cada fallo es una oportunidad para aprender, reírte y, lo más importante, conectarte más con tu hijo. Ellos no necesitan padres perfectos, necesitan padres presentes y amorosos. Así que relajate, respirá y dejate ayudar por Agú cuando las cosas se pongan difíciles.
La próxima vez que tu hijo decida dibujar en la pared justo después de que la pintaste o que insista en usar su disfraz de dinosaurio al supermercado, recordá: ¡todos estamos en el mismo barco! Y con un poco de humor y los productos de Agú, vas a poder navegar estas aguas caóticas con una sonrisa.
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